Cuando aterrizamos en Biarritz despues de hacer escala en Paris nos llevamos un chasco al comprobar que varias de nuestras maletas no llegaban. Se ve que se extraviaron en Paris con lo cual no nos quedaba más opción de reclamarlas y esperar noticias de ellas. Entre esas maletas había algún material de backline necesario para el concierto lo cual agravaba sensiblemente la situación.

Se ve que el frio nos persiguió desde alemania por que en Usurbi tambien sufrimos lo nuestro y sobre todo el equipo técnico realizando la prueba de sonido. Juan no compró una estufa para tenerla bajo la mesa de mezclas por que no la encontró. Mal dÌa para tocar al aire libre asi que salimos al escenario extraabrigados. Imaginaos lo que es tocar percusiones, guitarras, bajo, etc con los dedos congelados. Susi y yo al tocar las palmas teniamos la sensación de que se nos romperian los dedos. El micrófono en manos de Marina era como sujetar una barra de hielo.

A pesar del frio el bolo fue enérgico y hasta nos provocó la risa vernos unos a otros en tal situación. Jordi no paraba de moverse y nos proveía de ron para calentarnos un poquito al estilo nórdico. La espléndida acogida del público vasco hizo que todo valiera la pena. Terminamos muy tarde y partimos sin demora hacia el hotel para meternos bajo las mantas y recuperar el calor corporal. Al dia siguiente recibimos el equipaje perdido justo antes de partir hacia nuestros hogares.

El Grumete, 17 de Noviembre de 2007