Ya se que cualquier madrileño nos diria que somos unos torpes, pero es que tardamos una hora y media del aeropuerto al hotel pues cada vez que llagabamos a los tuneles de la M-30 nos llevaban a un lugar que no queriamos y a mucha distancia de nuestro destino. Por fin preguntando a un taxista, en cuyo taxi iva montado casualmente Miguel de Elbicho, llegamos a la Puerta de Toledo y al hotel.

Este concierto tenia sabor a fin de gira, ya que sin serlo, dista de un mes con los próximos de Bilbao y Zaragoza que si que serán los últimos por este año. Estuvimos acompañados en todo momento de las cámaras de “Living in Spain”, un canal que rueda en España para emitir en paises de habla Inglesa y que recopilan documentación sobre grupos que experimentan con el Flamenco.

Filiu nos acompañó en Color y lo demás fue el acostumbrado repertorio, con algunos problemas de interferencias en el micro de Marina que estuvieron a punto de reventarnos los oidos. El que peor lo pasó como siempre en estos casos fue el pobre Agus que encima de contar con un equipo inapropiado tiene que atender nuestras demandas que no son pocas… ni sencillas.

El público madrileño fue la hostia y como siempre llenaron el local, bailaron, cantaron y todo lo que se puede pedir para hacernos sentir muy queridos allí. La vuelta en coche fué interminable, no estamos acostumbrados a tanta carretera y llegamos doblados. Menos mal que disfrutaremos de unas vacaciones anticipadas que nos ayudaran a afrontar el último tramo de gira techarí más desahogadamente.

El Grumete, 22 de Noviembre de 2007