[ Xavi Turull ]

Alias Capitán Cresten. Es el mayor, siempre está en la cresta, de ahí el mote. Toca cajón, tablas y percusiones. Es una figura fundamental en la escena flamenca. Fundador de uno de los grupos bisagra de la fusión flamenca, Amalgama, con quienes grabó un disco ahora considerado clásico. Además, tras la puesta en marcha del sello La Fábrica de Colores, se ocupa de la parte jurídica y el papeleo, algo por lo que el resto de los integrantes de Ojos le manifiestan incondicional admiración y gratitud.

Nació en Barcelona aunque su familia se trasladó en seguida a Inglaterra, donde su padre dio clases de literatura hispanoamericana en la universidad. Hasta los ocho años vivió recorriendo Liverpool, Glasgow y Bristol. Pertenece a una familia de músicos clásicos. Su tío, también Xavier Turull, es compositor y violinista muy reconocido en el ámbito de la música clásica, un mundo en el que su familia paterna está muy implicado. Aprendió piano, solfeo, y chelo. En el aula de música moderna de Barcelona estudió armonía y arreglos. Coquetea con la flauta travesera en plan jazz moderno y comienza a estudiar percusión con el cubano Pedrito Díaz, considerado uno de los padres de la percusión en Barcelona.

Y aunque en principio la percusión iba a ser sólo un refuerzo en sus estudios musicales, pronto descubre que es donde mejor se maneja. Descubre la tabla a través de un flautista hindú de la escuela y después de ahorrar dinero tocando en alguna banda, se marcha a la India. Era el año 1984. Acababan de asesinar a Indira Gandhi. Se quedó un año. Estudió tábil en Kerala, en el sur de India. Y tabla en el norte con Keshava Rao Nayak. Estuvo tres años en Asia. Estudio tai chi y chi kung en China. Recorrió el Himalaya, zona Everest, en un mes. Birmania, Tailandia, Hong Kong, Pekín. Cuenta que si suena fantástico es porque
lo fue.

En 1989 regresó a India. Contactó y estudió con una de las mejores bandas de percusión, Karnataka College of Percusión en Bangalore. Volvió a Benarés. Siempre con sus tablas y en autostop atravesó Nepal hasta Lasa en el Tíbet y de allí, en tren a Pekín. En Pekín entró de baterista en una banda llamada "DALU". Era la primera gira en china de un grupo extranjero: el bajista era argelino, el guitarrista hawaiano, el teclista procedía de Madagascar y el cantante, también guitarrista, del Congo. En una época en la que los mejores estudios de grabación y las mejores mesas, las Neve, estaban en cuarteles militares, sus audiencias, vestidas de azul y verde, sobrepasaban las diez mil personas en los auditorios medianos y setenta mil los grandes.

Llegó a Europa con lo puesto, su mochila, sus tablas, su vasija y sin un duro. Cuenta que hizo autostop desde el aeropuerto de París a Barcelona y que podría llorar de nuevo al recordar el momento en el que cruzaba la frontera en un camión y le llegaron los olores de las encinas y los pinos de la parte sur del Pirineo. Y al llegar a Barcelona, tiró de los amigos. Llamó a Pau Martínez, percusionista quien le presentó a Xavi Giménez, un guitarrista flamenco. Y a Jaume Boser. Era el germen de Amalgama aunque en ese momento lo llamaron Mediterráneo. Fusionaban flamenco con música hindú y ritmos latinos. Pero entonces el flamenco se movía en Madrid, en el Candela. Y Turull se fue a Madrid, a acompañar con la tabla a Dino del Monte, que tocaba el Cimbal. Y entró en contacto con la gente del flamenco de Madrid, los Parrillla, Enrique Melchor, Riqueni, los Sordera y los Carmona, Ketama. Y tras nueve horas conduciendo el 127 de Xavi Giménez, cargado de instrumentos, Amalgama se traslada al piso de la Plaza Conde de Barajas, encima de Cine Arte. Un piso en el que podían tocar hasta las seis de la mañana, ya que la única vecina era sorda.

Y un barrio en el que coincidían los habituales al Candela, la gente del Taller de Músicos, Manolo Sanjurjo, que luego crearía Karonte/ Nuba Records y quienes luego conformarían Amalgama: el Maca, Antonio Ramos, en palabras de Turull uno de los mejores bajistas de España y del mundo. Juan Parrilla, el flautista; Manuel Parrilla... en resumen: jam sesions por un tubo en la casa; tocar mucho en el Retiro para sacar un poco de dinero; meses de piso sin pagar; y una gira de Amalgama con Karnataka College, a quienes se trajo de India. Y un disco con AMALGAMA, "Encuentro". En el que no aparece como productor, aunque lo fue, junto a Xavi Jiménez, en colaboración con Sanjurjo. Un disco que se publicó en un momento en el que la industria asimilaba el paso del vinilo a CD y que se adelantó casi una década en el tiempo. Ahora es un clásico, pero entonces no funcionó como debía. Así que siguió tocando para otros. Con casi todos: Ketama, Paixarinho, Gerardo Núñez, Riqueni, de Melchor, Cañizares, Manolo Sanlúcar, Joaquín Cortés, Rosario, Antonio y Lolita Flores. Y se fue a Cuba. A estudiar con Changuito y batá con Octavio Rodríguez. Se casó. Y empezó a vivir el invierno en Cuba y el verano en España. Nació su hija Sandra en el 95, en Barcelona. Al poco se separa y regresa a Barcelona, donde se instala.

Y entra en su vida Ojos de Brujo. Juanlu y Ramón se enteran de su regreso y le llaman. Ensayos, conciertos por mil duros, tocadas en la calle. Y el primer disco Vengue en el 2000, en donde ejecuta la dirección rítmica. Para recuperar algo de pasta, acepta salir de gira con Estopa y descubren y le sustituye Sergio Ramos, ahora uno más de la banda. Y llega el momento de plantearse el segundo disco. La autogestión. Se tiran a la piscina de manera unánime. Y empieza la época "Barí". Las veinticuatro horas al día dedicadas a la dirección general de Ojos con Juanlu, Marina y Ramón se rebajan al entrar Javi Zarco en La fábrica de colores. Zarco, que abandonó Mestizo para dedicarse a Ojos, había apostado por la banda desde el principio, favoreciendo las actuaciones por Cataluña y alimentando el "boca a boca".

Hiperactivo, maduro, estable. Y con una tremenda capacidad de concreción. Este es el Xavi Turull de la época post Barí. En Ojos de Brujo, Turull declara haber encontrado lo que ya había intuido en Amalgama, algo más que un grupo de gente con el que hacer música. Una familia que aporta un puñado de arena para mejorar este caos de planeta.